OPERA GUANCHE

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miércoles, 6 de octubre de 2010

VOCES CON SQUILLO VOCES SUPREMAS

He recopilado esta información de varios sitios de internet sobre lo que es “Squillo” que os paso por si es de vuestro interés

Definición de "squillo". En italiano “squillo” es el sonido o el toque de un timbre o campana; “Squillante” significa resonante y los italianos usan el verbo “squillare” para los sonidos penetrantes de campanas y viento metal.

El término "squillo" sólo se debe usar de manera metonímica (designar algo con el nombre de otra cosa tomando el efecto por la causa o viceversa p. ej., las canas por la vejez; el laurel por la gloria, etc.), como una imagen para la descripción canora y nunca puede considerarse una noción per se dentro de la acústica.
El squillo sería por tanto el brillo, y el brillo de un sonido lo determina la riqueza de armónicos. ¿Qué son los armónicos de un sonido? Pues son aquellos otros sonidos que, por resonancia, se crean un poco por encima del sonido fundamental. Cuando se emite un sonido, correspondiente a una frecuencia de onda determinada (por ejemplo 440Hz, que sería el La3), dependiendo de qué material se haya usado para producirlo y de la forma del objeto que lo produzca, ese sonido crea por resonancia otros sonidos muy cercanos al fundamental: estos son los armónicos. No todos los armónicos son iguales. Cada uno tiene una frecuencia diferente y un volumen distinto, según qué objeto produzca el sonido. Por ello, la combinación de estos armónicos es precisamente lo que determina el timbre de cada instrumento o cada voz, aquello que nos permite diferenciar un violín de un violonchelo aunque estén tocando la misma nota.
Además, la física nos enseña que la frecuencia de los armónicos de un sonido son siempre múltiplos de la frecuencia fundamental de este sonido. Por lo tanto, siempre son más altos que la fundamental. Por eso, cuando una voz o un sonido “brilla” decimos que es rico en armónicos. En realidad, no es que tenga más armónicos o menos un sonido u otro. Simplemente, hay instrumentos que tienen una cantidad mayor de armónicos con más volumen. ¡Cuidado! Esto no tiene que ver con el volumen conjunto de la voz. La voz puede ser pequeña en volumen, pero con un brillo considerable, caso de Lucia Popp, por ejemplo.
Otra cosa diferente es una voz metálica. Realmente, el término "metal de una voz" se usa en canto para referirnos al brillo de la voz. También es una metonimia, porque los instrumentos con mayor brillo son los metales precisamente. Por eso se habla del “squillo” de una campana, de una flauta o de una trompeta. De este modo, “squillo”, “metal” y “brillo” podrían considerarse lo mismo. Sin embargo, existen voces que por razones naturales no tienen casi metal y tienen un importante brillo.
Una voz metálica sería la que presenta un squillo tan acusado que puede incluso llegar a molestar. Un caso muy evidente es el de la Deutekom o el Kraus de los últimos años. Por eso, se puede acusar de “voz metálica” a una con demasiado brillo, pero nunca puede acusarse a una voz de ser “squillosa”, stricto sensu. Cuando Wilson se refiere a que el “squillo” debe ser concebido “en punta”, realmente hace referencia, siguiendo la terminología tradicional (y por lo tanto, siempre imprecisa) más bien a la técnica que consigue desarrollar ese “squillo”, que al “squillo” en sí mismo. Me explico: como todos sabemos, el sonido de la voz se produce por el aire que hace vibrar a las cuerdas vocales. Sin embargo, para que el sonido producido por ese mecanismo suene como lo escuchamos al ir al teatro o en una grabación, tiene que resonar en el resto del aparato fonador. La resonancia puede llevarse a cabo en la boca (y entonces no eres cantante de ópera, porque la voz no se proyecta), puede también resonar en la nariz (como muchos cantantes de música tradicional árabe) o puede resonar en los senos faciales. Los senos faciales son unas cavidades naturales que tenemos en algunos huesos de la cabeza que conectan con las fosas nasales. Son aquellos en que se inflama la mucosa cuando uno sufre sinusitis o cuando está resfriado. Ahí es donde se conforma el timbre de una voz, donde brilla verdaderamente. Por eso cuando estamos resfriados la voz nos suena opaca.
La técnica de impostación de la voz nos permite que ésta resuene en los senos y así se proyecte “in maschera” (la máscara no es otra cosa que los senos faciales). Cuando todos los esfuerzos del cantante están dirigidos a que esta posición se mantenga en todo el registro (o en gran parte del mismo), el sonido suena “en punta”, punzante, como un cuchillo. Para el canto lírico decimonónico, es la mejor opción porque eso es lo que permite que el timbre corra por todo el teatro.
En ese sentido, tiene parte de razón Wilson y Pipistrello en que hay voces que tienen squillo y otras no, porque dependiendo del tipo de emisión que el cantante use, se desarrollarán más o menos los armónicos con los que pudiera contar cada cantante.
Sin embargo, no podemos olvidar que TODAS LAS VOCES tienen squillo y no me parecería acertado decir que MacNeil o Freni no lo poseían. Eran squilli menos incisivo, eso sí. En comparación con los instrumentos de una orquesta, MacNeil sería un violonchelo y Stracciari una trompa.
El squillo es pues el brillo, a veces punzante, que adquiere la voz cuando se emite usando los resonadores (esto es, los senos faciales). No creo que pudiera censurarse el squillo de una voz por exceso, porque es principalmente el squillo lo que hace luego que la voz corra por la sala, independientemente de su volumen, de su caudal.
El squillo en principio no tiene que ser solo en los agudos, ya que otra de las acepciones de squillo se da a aquellas voces que incluso independientes de su tamaño son capaces de extenderse brillantemente por todo la sala. Si bien es cierto, que la cualidad squillante de una voz es mucho más notoria en el agudo. Por ponerte un símil se trata de esos agudos brillantes, directos, en punta, que te dejan los oídos como cuando oyes el tañir de una campana, que es de donde viene el nombre.
Así tenores con squillo serian Bjoerling, Corelli, Kraus, Fleta, Pertile, Aragall, Lauri-Volpi, Lavirgen, Filippeschi, Del Monaco (éste tenía squillo desde el centro hasta el agudo). Y si quieres escuchar a un grandísimo tenor sin agudo squillante diríamos que es Caruso o Bergonzi. Una soprano con un gran squillo en el centro era Tebaldi, incluso hasta el agudo, perdiéndose éste totalmente en sus sobreagudos. Callas por supuesto lo tenía en todos los sitios. Corelli decía que la voz de Lauri-Volpi squillaba incluso en los graves.
El squillo no tiene porque depender del tamaño de la voz. Kraus, no era Del Monaco precisamente, y tenía un extraordinario squillo. Su voz se proyectaba BRILLANTEMENTE por toda la sala, y sus agudos eran auténticos cuchillos. Otro ejemplo es Kiri Te Kanawa. Su voz no tenia squillo, pero no por tener la vocecita que tenía, sino porque su timbre no era squillante. Otro tanto podríamos decir de Joan Sutherland, un voz grande con poco squillo.
Una de las características principales de las voces squillantes es el brillo y el metal de su timbre, aunque hay voces que sin ser metálicas, léase Tebaldi, han sido squillantes cien por cien, si bien es cierto que es más fácil tener squillo con una voz con ligero tono metálico. Otro ejemplo de cantante carente de squillo es la Freni. El squillo, ese brillo de la voz, se aplica fundamentalmente a las notas agudas aunque se puede aplicar a toda la gama:
Voces brillantes con gran squillo: Bjorling, Kraus, Corelli, Del Mónaco, Tebaldi, Callas, Caballé, Scotto, Nilsson, Merrill, Bastianini, Ghiaurov…
Voces brillantes sin gran squillo: Bergonzi, Alagna, Gencer, Sills, Freni, Sutherland, Cappuccilli, Macneil… ¿¿¿Domingo???

Nada tiene que ver squillo con amplitud o volumen de la voz. Una voz es grande o pequeña y eso es una característica de la voz, de la materia prima, como una persona que sea alta o baja, gorda o flaca. El squillo es una característica propia de la emisión, de la forma de fonar. Un sonido squillante es un sonido brillante, lleno de riqueza en armónicos. Por lo tanto se hace oír de forma certera independientemente del volumen, del tamaño de la voz. En una voz, el squillo (en castellano existe la palabra esquila = campana, cencerro) no es una cuestión de volumen es una cuestión de riqueza tímbrica, de brillantez, de metal, de riqueza armónica y, por lo tanto de expansión en la sala. Además no basta el brillo, la de Freni era una voz resplandeciente, la de MacNeil otro tanto y no tenían ese enfoque en punta que es el squillo. Una voz, para ser squillante ha de estar pensada hacia arriba, hacia la cuerda superior. El sonido squillante está enfocado, no ensanchado.